Los resultados del proceso electoral que hemos vivido estos días, me lleva a hacerme una reflexión en clave emocional, que quiero compartir con vosotros.
En la entrada de hoy quiero presentaros a esa señora tan desprestigiada hasta ahora en nuestra sociedad y con quien siempre nos han recomendado tener cuanto menos relación mejor. Casi no queremos ni reconocerla cuando nos sorprende con su presencia, en alguno de nuestros ir y venir.
Te invito a sentarte en una postura cómoda, cerrar los ojos, respirar unos minutos poniendo atención a cada inspiración y expiración. Ahora deja que te venga al pensamiento algo que te ha pasado o te han hecho y no te ha gustado. Quédate ahí un momento y observa con curiosidad.
Cóm has viscut els teus últims dies de vacances? Et feia il·lusió reincorporar-te a la feina, alhora que celebraves haver pogut descansar? O, per contra, et fa mandra i et posa de mal humor pensar-hi? Cóm està el teu cos els primers dies de feina? Quines emocions experimentes?
Con esta entrada empiezo una nueva etapa del blog del Rincón de Ismael, mi Rincón. En la misma línea de saborear el ahora tenga el gusto que tenga, damos un paso más para hablar de una emoción que a menudo nos visita, incluso sin ser demasiado conscientes. Preferimos esconderla en el zulo, con el resto de emociones que hemos catalogado como malas.
Sientes que tu vida es monótona? Vives en la apatía?
Tienes una sensación extraña y no sabes muy bien que es?
En la sociedad contemporánea, el lenguaje emocional ha ganado un lugar central, legitimando la idea de que nuestras emociones son guías válidas para la acción y la toma de decisiones. Esta tendencia, que a primera vista podría parecer un avance hacia una mayor sensibilidad y autenticidad, esconde una estrategia mucho más profunda y conveniente para el sistema neoliberal en el que estamos inmersos.